Periódico
Íntag
El Primer Periodico Independiente
del Rincon Mas Bello y Mas Verde del Ecuador
VOLUNTARIAS SE DESPIDEN
By Sophie van de Vyver


Tal vez nuestra estancia aquí nos parece más como un sueño, o como si fueran sólo pocas semanas. Es difícil creer que ya pasamos más de ocho meses en este país hermoso.

Llegamos a Íntag en septiembre de 2009, sin saber qué íbamos a experimentar y aprender en los meses venideros. Cada una de nosotras trabajaría con organizaciones y personas distintas y conoceríamos partes diferentes de la zona de Íntag.

Todas pasamos nuestro tiempo viviendo con familias que nos hospedaron de una manera muy amable. De igual manera, las organizaciones nos recibieron con brazos abiertos. A todas: ¡Mil gracias!                                 

Llegamos juntas, cuatro amigas de Alemania, de la misma ciudad, pero aquí vivíamos cuatro vidas totalmente distintas. En una entrevista las tres chicas hablaron de su tiempo en Íntag.

Gesa Knauer pasó su tiempo como voluntaria con la Asociación Artesanal Río Íntag (AACRI) y nos cuenta que una experiencia que llevará a Alemania será tener paciencia. “A veces, hay que esperar hasta que se cumpla un hecho o un proyecto”, dijo. Además, aprendió lograr cosas autónomas. A las próximas voluntarias les aconseja que disfruten de su tiempo en Íntag en cada momento porque pasa volando.

El Periódico ÍNTAG recibió a Susann Aboueldahab y a Mara Neef como nuevas miembros de su equipo. Ellas participaron en cuatro ediciones del periódico. Susann va a extrañar la naturaleza impresionante de Íntag ya que la disfruta cada mañana en su camino a Apuela. Aparte de eso, expresó que a ella le sirvió mucho haber experimentado trabajar en un equipo de periodistas por primera vez en su vida. A Mara le impresionan los inteños que están comprometidos a seguir adelante con la lucha por un Íntag verde y solidario. Además, desea que no se acabe el contacto con las personas que conocía aquí.

Yo, Sophie van de Vyver, trabajé con la (Defensa y Conservación Ecológica de Íntag (DECOIN). Si pienso en los últimos meses y mis experiencias, estoy muy feliz que llegara al Ecuador. Aprendí mucho de la vida inteña y de sus moradores, por ejemplo, entender la importancia de una naturaleza sana. De mi trabajo me gustó que pudiera conocer diferentes responsabilidades de la DECOIN. Los fines de semana ayudaba en la Casa de Íntag en Otavalo y durante la semana podía visitar a varias comunidades.

Creo que va a ser muy difícil regresar a “nuestra otra vida” en Alemania y acostumbrarnos otra vez a hábitos alemanes. Estoy segura que un día voy a regresar.
Agradecemos mucho el apoyo de todos y todas. ¡Qué viva Íntag!