Periódico
Íntag
El Primer Periodico Independiente
del Rincon Mas Bello y Mas Verde del Ecuador
Viviendo "entre montañas y ríos"
By Luis Robalino Fernández

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En materia de salud, quienes vivimos “Entre montañas y ríos”, estamos relativamente indefensos, sobre todo en situaciones de afecciones de salud que ameritan una atención urgente. Para que no se diga que se habla simplemente por hablar, cabe referir solamente un par de casos.

No hay ambulancia
El primero, se refiere a un caso ocurrido en la primera mitad de este año, cuando a nuestro retorno de la comunidad de Chalguayacu Alto, y al pasar por el sector entre Llurimagua y Santa Rosa de García Moreno, encontramos en el camino, a eso de la uno o dos de la mañana, a unas personas accidentadas en un automóvil, debido a los efectos del licor. Después de intercambiar breve información, nos comprometieron a que traslademos a uno de los heridos (el que estaba más afectado) al Centro de Salud de Apuela (digo ‘Centro de Salud’ porque no conozco exactamente que categoría tiene). En efecto, así lo hicimos, con el ingrediente que, mientras viajábamos dirigiéndonos a Apuela, se nos ocurrió hacer uso de un teléfono, de estos que últimamente dotó la CNT (ex Andinatel), con el fin de advertir de que llevábamos un herido y de que el personal médico de dicha institución de salud esté prevenido ante esta situación.
Cuando llegamos a la casa de salud, nos dimos cuenta que nuestra llamada telefónica no sirvió de mucho pues, al momento que llegamos recién se fueron a avisarle a la doctora, que tenía su residencia en la parte central del pueblo de Apuela. Luego, cuando la doctora procedió a evaluar al paciente, pronto indicó que había que trasladar al diagnosticado a Cotacachi debido a que localmente “no contaban con las condiciones”. Lo ideal hubiese sido que al paciente se le traslade en la ambulancia, pero, oh sorpresa, no se contaba con este medio de transporte; al final, la familia afectada tuvo que recurrir a la contratación de una camioneta de la localidad. ¿O sea, qué pasó con la ambulancia?

…y tampoco camilla
El segundo caso crítico, en materia de salud, surge a partir de un lamentable accidente de tránsito ocurrido en el sector de La Delicia, en el mes de octubre, donde el saldo fatal fue la muerte de una persona. Recuerdo que, aquella mañana, estábamos viajando en una unidad de la cooperativa Otavalo y, al pasar por ese sector (donde ya antes se registró el accidente del joven sacerdote apueleño Homero Meza), encontramos al señor Edison Varela (distribuidor de gas en la zona), quien ya tenía  la información cierta de lo que había ocurrido y sus consecuencias: una persona fallecida y una herida (ventajosamente sin mucha gravedad). Él y otras personas además habían gestionado la comunicación hacia el Centro de Salud de Apuela de este grave accidente.
A pesar de que la gente que poco a poco iban llegando al sitio insistía en que se le saque pronto a la señora herida, había la iniciativa de que se espere un poco hasta que llegue el personal médico de Apuela con una camilla, priorizando precautelar y/o evitar que en una posible acción de sacarle del precipicio, se corra el riesgo de afectar su columna vertebral. Después de una desesperante espera al equipo médico del personal de Apuela, y al ver que no llegaba pronto, la gente ahí presente tomó la decisión de ingresar a sacar a la persona herida construyendo una camilla casera con un par de maderos y una cobija. Creo que la decisión de sacar a la accidentada sin esperar que llegue el equipo médico (con una camilla) fue acertada porque al final, los tres profesionales del personal de salud de Apuela llegaron en un vehículo Chevrolet vitara (y sin la camilla). Dijeron que no contaban con una camilla y que esta camilla venía en una ambulancia desde Cotacachi. Luego de concluir esta acción humanitaria de auxilio, los pasajeros del bus Otavalo seguimos nuestra marcha y, a la ambulancia recién la encontramos “entrando” por un sector más arriba de Tabla Chupa. Conclusión: Íntag está desatendida de una ambulancia para estos y otros casos emergentes en los que está en juego la vida de las/os ciudadanos de toda la Zona.

…mucho menos revolución ciudadana
Y, para concluir (por el momento) el tema de salud, respecto de los equipos e instrumentos que en un proyecto gestionado y ejecutado por la administración municipal anterior, bajo el sistema de salud descentralizado, luego de varias reuniones con las autoridades de salud cantonales y provinciales, lamentablemente se ve principalmente dos cosas: 1) no hay esperanzas que la revolución ciudadana financie la contratación de especialistas para que funcione el quirófano (con las adecuaciones que se requieran) y, 2), consecuentemente, los equipos e instrumental muy probablemente serían llevados a algún hospital de la ciudad. La pregunta es: ¿Por qué será que la gente de la Zona de Íntag no nos merecemos un trato igual (o mejor equitativo) en materia de atención de salud?
Cabe precisar que estos análisis y criterios se vierten en función de hechos concretos y no es en contra de ninguna persona en particular, quien escribe está extremadamente claro en que es una cuestión que obedece a una situación integral o del propio sistema cantonal, provincial y nacional de salud. Parecería que, al final del día, se ve mucha propaganda y publicidad sobre la gigantesca inversión en salud pero acá a Íntag no llega, ni para contratar médicos/as especialistas ni para un adecuado equipamiento.


NOTA: Esta columna tenía un espacio en Radio Íntag, pero mientras algún momento se logre retomarla, al menos de vez en cuando seguirá saliendo por este medio.