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Sobre sopas tóxicas
By Simon Lindenberg

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Vivimos en un mundo plástico: los zapatos y la ropa que llevamos, los televisores, radios y carros que usamos, hasta las dentaduras postizas que muchos necesitan son de plástico. Desde que conocemos el plástico, nuestras vidas se han vuelto más fáciles. Es un material bastante resistente, pues no se pudre ni se oxida, así que los productos plásticos aguantan mucho tiempo. Muchos envases son de plástico y nos garantizan que la comida que compramos no se dañe pronto.
Pero a pesar de estas y otras ventajas, el plástico causa problemas que aún no se han podido resolver. Mejor dicho, el plástico, combinado con nuestra forma de vivir, causa problemas graves a nivel global.

 

Cada día se produce más de 750 mil toneladas de plástico. Por eso que siguen creciendo los basureros sin parar. Una razón son las fundas plásticas: cada uno de nosotros ocupa, como promedio, ocho fundas plásticas diariamente. Pero, ¡una funda plástica no se usa más de ocho minutos, por término medio! En otras palabras, en vez de que una sola funda sirva para las compras durante mucho tiempo, utilizamos muchas fundas plásticas, las botamos y hacemos que se produzcan más y más fundas. Y estas fundas acaban en las calles, el campo y los ríos, contaminando a nuestro medio ambiente. Basta dar un vistazo a una calle inteña...
Muchas personas creen que las fundas plásticas, botadas en la naturaleza, no hacen daño. La razón: suponen que el plástico no se descompone. Esta afirmación, la dieron muchos moradores de Pucará, con quienes hablamos sobre el impacto de la basura plástica en la comunidad. Están equivocados: aunque parezca que las bolsas plásticas no se descomponen, se les salen elementos tóxicos ya que el plástico se hace de petróleo, una sustancia altamente nociva.
Un ejemplo triste e impresionante de los efectos que tiene la basura plástica en el medio ambiente es la gran “Sopa de Plástico” en el Océano Pacífico. Esta “sopa” se compone de basura arrojada a los ríos, que luego recorre las vías fluviales y llega al océano. Ahí, la llevan las corrientes marítimas mar adentro. Igual llega toda la basura que ha sido lanzada al mar desde barcos y plataformas petroleras. Cada día se acumula más basura en una superficie que ya es enorme y que sigue creciendo con cada pedazo que llega allá. Incluso hay gente que dice que es más grande que los Estados Unidos. En esta área, ya no se ve el mar por estar cubierto completamente de basura. Y esta basura se descompone por el movimiento, el sol y el agua. En el proceso, sus ingredientes se disuelven, ensuciando y envenenando el agua. Milliones de peces mueren cada día en este campo marítimo de basura. Asimismo, animales como tortugas se enganchan en anillos plásticos cuando son pequeños y, al no poder liberarse, crecen deformes.
Pero los productos plásticos no sólo tienen un impacto grave en la naturaleza que nos rodea, sino también pueden hacernos daño. Las más diminutas partículas de ciertos elementos que se encuentran en el plástico pueden causar la infertilidad de hombres, la diabetes y hasta cambios en la información genética en los óvulos de la mujer y en el semen del hombre, lo que afecta al desarrollo del niño que está por nacer.
Pero, ¿cómo llega el plástico a nuestros cuerpos? ¡Fácil! Los ftalatos, por ejemplo. Esta palabra impronunciable se refiere a sustancias que hacen que el plástico permanezca suave. Los ftalatos son unos de los elementos más dañinos del plástico. Se liberan fácilmente y terminan en el aire. Al respirar, entran en el organismo humano a través de los pulmones. Los ftalatos se encuentran en botas de caucho, en chompas y en envases de alimentos y una infinidad de productos más, así que ¡casi todos tenemos pequeñas cantidades de ellos en nuestros cuerpos!
Hay muchos expertos que advierten de los efectos de los ftalatos. Pero hasta ahora, la industria plástica nos ha convencido que estos elementos son inofensivos.

¿Soluciones?
En varios lugares, ya se han tomado medidas para resolver los problemas con el plástico. En Alemania, por ejemplo, hay fábricas grandes donde llega toda la basura plástica. Se clasifica y se recicla para que no acabe en las calles o en el mar. Pero estas fábricas no serán la solución: al reciclar plástico, se empeora la calidad del material porque los elementos tóxicos no desaparecen. Como resultado, los juguetes hechos de plástico reciclado pueden hacer daño a las y los niños si se meten los juguetes en la boca.
Otros países no tienen los recursos financieros que les permitirían tener fábricas de reciclaje. Como consecuencia, la basura se queda en todos lugares: al lado de las calles, en los barrancos, en los ríos, en los parques. En Quito y Guayaquil, por ejemplo, se inundan las calles durante los aguaceros debido a fundas plásticas que luego tapan el alcantarillado.
Para evitar problemas basados en la basura, se ha prohibido en los países africanos Ruanda y Tanzania el uso de fundas plásticas, pues se llenaban del agua de la lluvia y esto posibilitaba la propagación de la malaria. En China y Suráfrica se prohíbe ofrecer fundas plásticas gratis en las tiendas. En Irlanda se cobra por lo menos 30 centavos por funda plástica y este dinero va al Estado como impuesto.
Vivimos en un mundo de plástico: tenemos tanto plástico que no sabemos qué hacer con él. Un grupo de artistas, “museo aéreo solar”, decidió visualizar cuánta basura nos rodea. Ha ido recogiendo fundas plásticas de la basura, las cortaba y pegaba, y ha creado una construcción gigantesca y sin embargo liviana, que antes de mudarse a otro lugar se infla con aire y luego parece un globo enorme de muchos colores. Desde el año 2007, el grupo viaja por todo el mundo. En cada sitio donde hace escala, construye con las y los habitantes la ‘catedral’ plástica. Esta no dejará de crecer mientras nosotros sigamos derrochando plástico y ensuciando a nuestro planeta. Y la gran “Sopa de Plástico” en el Océano Pacífico tampoco cesará de crecer...

 

 

Fuentes: Publik Forum, 10/Septiembre/2010: “Von Müllstrudeln im Meer und Hormonstoffen im Blut: Wie der allgegenwärtige Kunststoff unsere Welt verändert” de Jens Klein und Andrea Teupke http://en.wikipedia.org/wiki/Great_Pacific_Garbage_Patch,
http://es.wikipedia.org/wiki/Sopa_de_plástico, http://es.wikipedia.org/wiki/Ftalato,
http://de.wikipedia.org/wiki/Kunststoff
Imágenes:
http://www.fakeplasticfish.com/images/mae_west_turtle.jpg