EN LA CORDILLERA DEL CÓNDOR
DESCUBREN LA RANA MÁS PEQUEÑA DEL ECUADOR
* Carolina Carrión
“Imagínate, un vertebrado que cabe en la uña de tu pulgar, y que se está reproduciendo”. Investigadores ecuatorianos descubrieron a una diminuta rana cerca de la frontera con el Perú. Al igual que Íntag, esa zona es muy biodiversa pero se encuentra acechada por intereses extractivistas. Para conocer más sobre el hallazgo, y saber si las actividades mineras afectarían sus investigaciones, entrevistamos al doctor Juan Manuel Guayasamín, uno de los descubridores.
El científico nos indicó que fue recién al cuarto día de trabajo de campo que se dieron cuenta que habían encontrado una nueva especie. La bautizaron Pristimantis minimus, el apellido debido a su tamaño tan mínimo. Los investigadores de la Universidad Católica encontraron 50 individuos en las partes altas de las montañas australes. Lo asombroso de esta especie es que, a pesar de su tamaño, no se tratan de ranas infantiles. “Estos pequeñines ya tenían el tamaño y la edad para reproducirse”, afirmó el biólogo.
El vertebrado tiene vientre traslúcido y puede medir hasta dos centímetros en edad adulta. La rana minúscula de las montañas es endémica de las zonas más húmedas del bosque de la Cordillera del Cóndor, indicó el experto en Evolución. Por otro lado, el doctor Guayasamín recalcó que en la investigación participaron profesionales del Museo de Zoología de la Universidad Católica del Ecuador, del Herbario de Loja y de las Universidades de Louisiana y de Illinois en los Estados Unidos. Aclaró que el trabajo de campo lo realizaron con la coordinación de Conservación Internacional-Ecuador, la Fundación Arcoiris y la comunidad de San Miguel de las Orquídeas.
El Ecuador tiene su mejor recurso en la naturaleza
“Vivir en el Ecuador es, en verdad, un privilegio”, dijo. “Estamos rodeados por una diversidad inmensa. Es muy probable que, por unidad de área, el Ecuador sea el país que más especies de animales y plantas concentra”. Esto, sin embargo, también es una gran responsabilidad, aclaró. La diversidad del Ecuador está bajo el cuidado de todos, recalca el científico. Nos recuerda que la Cordillera del Cóndor y la zona de Íntag tienen condiciones similares: altos niveles de biodiversidad combinados con una elevada presión económica ligada a la minería. “Esto provoca intereses encontrados en donde, normalmente, la que sale perdiendo es la biodiversidad y, muchas veces, las comunidades locales”.
Asimismo asegura que en un país como el nuestro siempre se ha tendido a favorecer la exploración y la explotación en desmedro de la naturaleza. La lógica con la que se trabaja es que los recursos no renovables, como el petróleo y los minerales, deben ser extraídos para que el Ecuador pueda convertirse en un país desarrollado. Este argumento, obviamente, no es del todo cierto, aseveró.
Enfáticamente, el doctor asegura que cualquier compañía o persona que diga que es posible recuperar un ecosistema de la minería a cielo abierto esta mintiendo. La complejidad biológica es irrepetible y no se puede recuperar sembrando unos árboles aquí y allá. La biodiversidad, además, tiene que dejar de ser vista como algo puramente escénico. En la naturaleza, el Ecuador tiene su mejor recurso, enfatizó. Muchas plantas y animales son verdaderas farmacias vivientes, en donde se esconde la cura de muchas de las enfermedades que atacan o atacarán a los humanos. De igual manera, el científico afirmó que el estudio de estas propiedades debería ser una prioridad del Estado y también de las empresas privadas. Además, el conservar la diversidad ya ha probado ser una fuente de recursos importante. Lo que hace especial al Ecuador, afirma, no es el banano, el petróleo, la palma africana, ni nada de eso. El Ecuador es único en el mundo por su biodiversidad, un recurso sin par, irrepetible y con un potencial económico inmenso. Es hora de darse cuenta de esto, finalizó.