Lo penoso es lo siguiente: que el pueblo japonés, mediante su Embajada en Quito, haya invertido casi 80 mil dólares en una obra que ya es un grave problema sanitario para la comunidad de Pucará. Esta verdad fue constatada, una vez más, por el director de Obras Públicas del Municipio de Cotacachi. El ingeniero Joel Haro hizo esta nueva inspección –la séptima– del sistema el ____ de noviembre (para un resumen de las seis inspecciones anteriores, ver recuadro, página ____). Lo acompañaron el presidente del cabildo, Marcelo Lalama; Hugo Montenegro, vocal de la Junta Parroquial de Apuela; la doctora Karen Knee, experta en estudios medioambientales y geológicos; y moradores de Pucará.
Entre los grandes ausentes estaban la doctora Carmen Trujillo y el licenciado Rolando Lomas, dirigentes de la Fundación Ecuatoriana de Desarrollo Social (FUNEDES), entidad que gestionó y ejecutó la obra hace tres años. Tampoco acudió un representante de la Embajada del Japón.
Todo el mundo está de acuerdo: no funciona
El ingeniero Haro escuchó una presentación de los antecedentes del proyecto. El licenciado Lalama le informó que mientras el ingeniero _____ Morejón firmó un contrato para 27 mil dólares con la FUNEDES para instalar el alcantarillado, la Embajada japonesa le entregó un total de $77.597,91 a la Fundación. Con el respaldo de un video basado en la filmación que hizo el jefe del cabildo durante algunas de las inspecciones anteriores, el licenciado Lalama le indicó al ingeniero Haro las fallas en el sistema: tubería a la vista, fugas en múltiples puntos, el tanque lleno de desechos sólidos a pesar de que solo cuatro familias estaban conectadas al sistema en ese momento, y así por el estilo. Asimismo, el contrato contiene rubros nunca ejecutados, por ejemplo, el estudio de impactos ambientales y el sistema de filtración. Los moradores también le explicaron al ingeniero que los personeros de la FUNEDES convocaron a una reunión para entregar la obra. No invitaron al cabildo y el Acta de Entrega firmada durante la reunión incluye firmas de menores de edad y personas que no viven en Pucará.
Luego, el ingeniero recorrió varios tramos de la tubería y emitió observaciones. Afirmó que los tubos deben estar enterrados a un metro de profundidad si hay tráfico vehicular y, caso contrario, a 80 centímetros, pero en ningún caso deben estar en la superficie. Destapó una de las cañerías en el tramo de una vecina cuya casa está entre las seis conectadas al sistema. En ese instante, la señora se encontraba lavando ropa. El ingeniero constató que el agua de la lavandería no fluía por la tubería y sentenció que se había colapsado el sistema en dicho tramo.
Luego de la inspección, la doctora Karen Knee, científica especializada en estudios geológicos y medioambientales, presentó los resultados de los análisis de muestras de agua que tomó de tres sitios del río Toabunche: cerca de donde entran al río las aguas servidas del sistema de alcantarillado, más aguas arriba y aguas debajo de este punto. En la muestra del primer punto, la científica encontró una cantidad alarmante de E coli, una bacteria presente en las heces del ser humano mientras la muestra tomada aguas arriba tenía un índice normal para esta bacteria.
Además, los participantes señalaron irregularidades y ausencias en los documentos, entre otras, una serie de rubros duplicados en el presupuesto y 1,5 mil dólares para un estudio de impacto ambiental nunca elaborado. Por su parte, el ingeniero indicó que la FUNEDES debería entregar facturas, pruebas y otros respaldos con un informe económico. Afirmó que una obra de esta naturaleza no debería costar más que 47 mil dólares en 2010. Finalmente, dijo que mientras sólo la Embajada de Japón puede demandar a la FUNEDES, el Municipio hará el seguimiento.
Lo que dice la Embajada de Japón
En mayo del año pasado, Francisco Grijalva, promotor ambiental del Municipio de Cotacachi acompañado por una técnica del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, hizo una inspección del alcantarillado –la sexta– a pedido del licenciado Lalama. Recién el 12 de octubre el técnico envió los resultados de la inspección al ingeniero Diego Guitarra, jefe de la Dirección de Biodiversidad, Tierra y Agua del Municipio (D.B.T.A.). Este documento, INFORME-061-GMC-SSA.2010, termina con la siguiente recomendación: “Al no cumplir con los requisitos técnicos de construcción este sistema de alcantarillado sanitario, no debería prestar servicio por los problemas ambientales y de salud que puede causar a la población del sector”.
El 25 de octubre, el ingeniero Guitarra se dirige al alcalde Alberto Anrango mediante el oficio No. 100 D.B.T.A. en el cual le solicita al burgomaestre que “se digne realizar los trámites correspondientes en la Embajada de JAPON, y la Fundación FUNEDES para que se haga las correcciones necesarias en el mencionado sistema”.
El alcalde, por su parte, se dirige en el Oficio No. 1017 G.M.C.A.-2010 al embajador del Japón en Ecuador, Osamo Imay, el 4 de noviembre. A este documento adjunta el informe mencionado y le dice lo siguiente al diplomático japonés: “En este sentido me permito solicitar de la manera más comedida a la Fundación FUNEDES, la readecuación del sistema de alcantarillado sanitario, para que con ello se cumpla el objetivo con el que fue construido”.
Shinji Nishiyama, encargado de Cooperación Técnica y Financiera de la Embajada de Japón, respondió al alcalde Anrango en el oficio No. 107-G el 8 de noviembre. En este documento, afirma lo siguiente: que FUNEDES “no ha entregado los documentos sobre la entrega provisional ni definitiva de la obra debidamente fiscalizada como era su obligación”. Como consecuencia, la Embajada se dirigió a la Contraloría General del Estado dos veces para solicitar que esta instancia haga la fiscalización de la obra, “sin que hasta la fecha se haya hecho realidad dicha fiscalización”. Además, la Embajada “se ha dirigido [en] varias ocasiones al señor [Rolando] Lomas, principal de Funedes, sin lograr que el mismo solucione el problema que había causado”. En vista del silencio del licenciado Lomas, ex supervisor de Educación de la zona de Íntag, el 21 de octubre la Embajada le envió a la Fundación una carta “en la que le conmina a entregar la obra debidamente terminada y fiscalizada o la devolución de la totalidad del dinero entregado por la Embajada”. Ni el licenciado Lomas ni nadie más de la FUNEDES da señales de vida. En vista de estos pasos y sus resultados, la Embajada alega haber “agotado todas las instancias”. Afirma que “los daños que se causare son de absoluta responsabilidad de Funedes, puesto que la Embajada no ha recibido oficialmente la obra y por lo tanto tampoco ha entregado a la comunidad”. Concluye el señor Shinji Nichiyama que el Municipio puede iniciar “acciones legales pertinentes en contra de Funedes por el incumplimiento anotado, puesto que la donación al nacionalizarse permite la intervención de organismos como el suyo”. Y el funcionario agradece la intervención del Municipio “en este penoso asunto” y ofrece toda la documentación necesaria.
El 2 de diciembre conversamos con el doctor _______ Pazmiño, funcionario de la Embajada de Japón. Confirmó los puntos señalados anteriormente y le acusó a Rolando Lomas de haber incurrido en “malversación de fondos” al construir el cerramiento de la escuela y regalar “como Papa Noel” inodoros y tubos de acometido a los moradores de la comunidad, elementos que no constan en el convenio con la Embajada. Pero insiste en que sólo el Municipio pueda demandar a la Fundación, e indica que “si pudiéramos demandarla, lo habríamos hecho” y es por esta situación que la Embajada se ha ido a la Contraloría.
Municipio tomará cartas…
En una conversación telefónica con el ingeniero Haro el 20 de diciembre, el funcionario municipal nos explicó que “hemos estado buscando a los ejecutores de la obra. No aparecen”. Indicó, además, que “la Embajada no puede recibir la obra ya que está mal ejecutada”. Finalmente, dijo que el fin de año es un momento complicado en el Municipio porque los funcionarios tienen una multiplicidad de tareas que cumplir y que no ha tenido el tiempo debido para concentrarse en el problema de Pucará. Pero se compromete a hacerlo en 2011.
El 14 de diciembre de 2010 se cumplió el tercer aniversario de la firma del convenio para la instalación de una obra que se ha convertido en una amenaza para la salud de la comunidad de Pucará. Hacemos votos para que el Municipio encuentre una solución y que, al finalizar este nuevo año, no tengamos que seguir reportando sobre lo que la Embajada de Japón denomina “este penoso asunto”.
LAS INSPECCIONES ANTERIORES
10 de abril de 2008: La primera inspección de la obra de alcantarillado en Pucará la llevó a cabo la ingeniera Sandra Vaca, funcionaria del Municipio. Entre otras anomalías, constató que se instalaron al revés los tubos, que se puso macilla en la parte superior de los tubos pero no en la parte inferior desde donde se producirían fugas, que no había planillas de pago… En fin, que no había adecuada dirección técnica. El Municipio le dio a Rolando Lomas, director ejecutivo de FUNEDES y, en esa época, supervisor para la Dirección Provincial del Ministerio de Educación a cargo de la zona de Íntag, diez días para entregar al Municipio todos los planes, especificaciones, contratos y convenios relacionados con la obra, algo que debería haber hecho ANTES de iniciar la obra a fin de conseguir los permisos requeridos. ¿Cumplió? No.
(Fuente: “Municipio suspende obra”, Periódico ÍNTAG, #53, mayo-junio de 2008, página 17)
2 de septiembre de 2008: Esta es la fecha del informe emitido por el ingeniero Fernando Andrade, jefe de Obras Públicas para el Municipio, a cargo de la segunda inspección, llevado a cabo en días anteriores. Indicó el funcionario que con los 79 mil presupuestados para la obra se podría haber construido TRES sistemas iguales. Pero que no necesitaba ni uno porque antes de instalar este sistema, NO HABÍA PROBLEMA SANITARIO en Pucará. Indicó, además, que no existía estudio de impactos ambientales y que los planes incluían diez problemas técnicos de consideración. E incluyó la siguiente observación en su informe: “…no es justo que, lejos de ser una solución, [la obra] se haya constituido en un grave problema de contaminación del medio ambiente de la comunidad”.
(Fuente: “Lejos de ser una solución”, Periódico ÍNTAG, #55, septiembre-octubre de 2008, página 8)
11 de noviembre de 2008: Funcionarios de la Embajada acompañan al ingeniero Andrade en una nueva inspección. Entre otras cosas, confirman que 15 de los 16 tramos del sistema son mal alineados, que un tramo está por encima de la tierra, que no hay sistema de filtración, y mucho, muchísimo más.
(Fuente: “Contraloría intervendrá en Pucará”, Periódico ÍNTAG, #57, enero-febrero de 2009, página 11)
28 de septiembre de 2009: Osval Erazo, presidente de la Junta Parroquial de Apuela, y Marcelo Lalama, presidente de Pucará, inspeccionan la obra. El agricultor Nelson Vetancourt denuncia que su proyecto de pollos ha sido afectado por las aguas servidas que llega sin tratamiento al río Toabunchi y tiene que invertir en 800 metros de manguera a fin de coger agua limpia de otro sitio. El personero parroquial promete fiscalizar la obra. Hasta la fecha, no lo ha hecho, pero sí ha sugerido que la comunidad reciba la obra, según el licenciado Lalama.
(Fuente: “Junta Parroquial fiscalizará el alcantarillado de Pucará”, Periódico ÍNTAG, #62, noviembre-diciembre de 2009, página 13)
11 de mayo de 2010: El promotor ambiental del Municipio Francisco Grijalva inspecciona la obra con una técnica del MIDUVI. Recomienda que “al no cumplir con los requisitos técnicos…no debería prestar servicio por los problemas ambientales y de salud que puede causar…”.
(Fuente: INFORME-061-GMC-SSA.2010, 12 de octubre de 2010, dirigido al ingeniero Diego Guitarra, director de Biodiversidad, Tierra y Agua del Municipio de Cotacachi, firmado por el promotor ambiental Francisco Grijalva)
27 de agosto de 2010: Pablo Almeida, inspector del Ministerio de Salud para la zona de Íntag, emite un informe en que consta que “la red de alcantarillado es una fuente constante de contaminación” y que “están próximas a rebosar las aguas servidas en el pozo séptico”.
(Fuente: “Pucará requiere soluciones urgentes”, Periódico ÍNTAG, #67, septiembre-octubre de 2010, página 18)
El alcantarillado contamina el río Toabunchi
A continuación, los resultados del análisis de las muestras de agua tomadas de los tanques del sistema de agua de Pucará y de la quebrada a donde llegan las aguas servidas del sistema de alcantarillada. Las muestras fueron analizadas por la doctora Karen Knee, especialista en estudios geológicos y medioambientales con su doctorado de la prestigiosa Universidad de Stanford, Estados Unidos. La doctora Knee elaboró la explicación que sigue el cuadro de resultados; compara lo que encontró en Pucará con los resultados de análisis que ha hecho de muestras tomadas de otros sitios de la zona.
Muestra pH Turbidez (cm) Coliformes Totales (bacteria/100 mL) E. coli (bacteria/100 mL)
Tanque 1 6 100 260 0
Tanque 2 6 100 3020 20
Tanque de Reserva 6 100 680 0
Quebrada 5.5 61 11400 810
¿Qué quieren decir estos datos?
• pH: Estos valores son típicos de todas las muestras que he analizado, inclusive de ríos en bosques protectores. Parece que el pH natural y saludable de los ríos de Intag es alrededor de 6, que es un poquito más ácido del agua completamente pura del laboratorio (pH = 7). Es posible que el agua de la quebrada tiene un pH un poquito más ácido por la contaminación, pero la diferencia es pequeña.
• Turbidez: Si este valor es 100 cm, quiere decir que el agua es clara. Todas las muestras que he tomado tienen una turbidez de 100 cm, excepto la de la quebrada en Pucará donde el agua es menos clara. Esta baja claridad puede ser una indicación de contaminación.
• Coliformes totales: Los índices de coliformes totales en los tanques son típicos de los de otras muestras que he tomado en diferentes lugares de la zona de Ìntag (vertientes, sistemas de agua potable, ríos en reservas y áreas agrícolas). Puede indicar cierto nivel de contaminación, quizás de heces de animales silvestres o domésticos. La presencia de estas bacterias indica que es preferible hervir, filtrar o clorar el agua, porque si hay coliformes también puede haber bacterias patogénicas (o sea, que causan enfermedades). La concentración de coliformes totales en la quebrada es mucho más alta, lo que puede indicar contaminación.
• E. coli: La ausencia de estas bacterias en los tanques 1 y de reserva es una buena señal. Su presencia en el tanque 2 puede indicar un problema con contaminación, pero es muy baja. En cambio, la concentración de estas bacterias en la quebrada es muy alta y probablemente indica un problema grave de contaminación. Estos resultados indican que vale hervir, filtrar o clorar el agua antes de tomarla, y que el sistema de alcantarillado está aportando cantidades alarmantes de bacteria a la quebrada y probablemente al río Toabunchi.
Pies de fotos:
El ingeniero Haro conversa con la señora sobre los problemas debidos al sistema de alcantarillado en Pucará. (Foto: Mary Ellen Fieweger)
El ingeniero Haro (centro) con Marcelo Lalama, presidente de la comunidad de Pucará, y Hugo Montenegro, vocal de la Junta Parroquial de Apuela. (Foto: Mary Ellen Fieweger)