MONSEÑOR IVÁN MINDA-PRIMER OBISPO AFROECUATORIANO DEL PAÍS
Unas 1200 personas presenciaron un suceso extraordinario en la Catedral Metropolitana de Guayaquil el 28 de noviembre. En esta fecha, el padre Iván Chalá llegó a ser el primer obispo afroecuatoriano del país. Además, el Monseñor Iván Chalá es inteño, motivo de gran satisfacción para la zona.
La ordenación.
El Papa Benedicto XVI nombró al padre Minda obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guayaquil el 4 de noviembre. Hasta dicho momento, el flamante Monseñor se desempeñaba como párroco de la parroquia de Salinas de Imbabura.
Durante el rito, los presbíteros Rómulo Aguilar y Miguel Puga acompañaron al Monseñor Minda en calidad de padrinos. Uno de ellos pidió a Monseñor Antonio Arregui, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y Arzobispo de Guayaquil, la ordenación del nuevo obispo en nombre de la Iglesia. Después de ser aceptado para la ordenación, Monseñor Minda hizo la promesa de servir a Dios y la Iglesia. Asimismo, recibió de los obispos presentes el báculo, o bastón, como signo de su misión de buen pastor; el anillo, signo de alianza con la Iglesia; y la mitra, signo de la plenitud del sacerdocio que ha recibido. Los familiares llevaron las insignias hasta el altar y las entregaron a los obispos. El báculo leva una torre que simboliza a la Virgen María como el camino para llegar al sol y la imagen de Cristo.
Por su parte, el Arzobispo Arregui dijo: “Oremos para que el Dios de todo poder y bondad derrame sobre el elegido la abundancia de su gracia. Que reciba el Evangelio y anuncie la palabra de Dios con sabiduría y perseverancia”. Una vez firmada el acta, Monseñor Arregui lo invitó a su flamante colega a sentarse en la cátedra a su derecha.
Participación masiva de Intag
En la Catedral se vivió toda una fiesta. Familiares, amigos y el coro de los misioneros afroecuatorianos del Seminario Mayor de Guayaquil lo esperaban con cantos y danzas para demostrarle su gratitud.
De Salinas de Imbabura, llegaron tres buses repletos de gente para acompañar a su Párroco. E Intag también demostró su orgullo: viajaron unas 250 personas de seis parroquias para estar con Monseñor Minda en su ordenación.
Una vez terminada la ceremonia, a Monseñor Minda le faltaban manos para abrazar y bendecir a todos las personas que se le acercaban. Después, la mayoría de gente se trasladó al Seminario Bernardino Echeverría para servirse un almuerzo. A continuación, se ofreció un acto cultural en honor a Monseñor. El grupo del Cetro Cultural Afroecuatoriano presentó cantos y danzas con el típico ritmo de marimba mientras el músico inteño Segundo Espinoza interpretó pasillos y cánticos.
Durante el acto cultural, Monseñor Minda dijo sentirse feliz de haber recibido tanto cariño, tanto aprecio, tanta gracia de Dios y tanta ayuda de la gente buena de la Iglesia católica.
Hizo votos para que todas las expectativas que su ordenación ha despierto se cumplan con la ayuda y la misma gracia de Dios. Y añadió: “Que mi ordenación sea un signo de ese avance, ese empuje que la Iglesia necesita para evangelizar y para transformar este mundo”.
Monseñor Minda en Apuela
Llegó a Intag el nuevo prelado el 18 de diciembre. Las comunidades en la carretera hicieron arcos para mostrarle su alegría y gratitud. Además, lo esperaban con mucho entusiasmo para todas las bendiciones.
En Santa Rosa de Plaza Gutiérrez esperaba a Monseñor Minda el padre Nilo Cuenca con gente de la comunidad para acompañarlo hasta Apuela donde daría su primera misa en lo que se refiere a Imbabura. Lo acompañaron Monseñor Luis Figueroa, de la Diócesis de Ibarra, el padre Orlando Bustamante y otros sacerdotes que se unían a la alegría del pueblo inteño.
El padre Nilo le dio la bienvenido y lo felicitó por los méritos alcanzados. También dijo que en su tierra lo esperan sus familiares y amigos. Asimismo, Oswal Erazo, presidente de la parroquia de Apuela, se unió a las felicitaciones del padre Cuenca.
En su intervención, Monseñor Minda dijo que Intag es un pueblo humilde y trabajador donde en medio de la pobreza reina la alegría. Pero aclaró que esto no quiere decir que se tiene que quedar con la pobreza. También, al referirse a la minería, comentó que las riquezas naturales de Intag han sembrado la desunión. Afirmó que es un tema complicado y, por eso, es necesario sentarse a dialogar para encontrar una solución que beneficie a todos.
Al finalizar la misa, gente de las comunidades preparó un acto cultural y un almuerzo en honor al flamante obispo.
En una entrevista con el Periódico Intag, Monseñor Minda dijo que para llegar a ser obispo tiene que ver mucho la gracia de Dios y no solamente con los propios méritos de uno. “Para mí es un gran reto y a la vez una gran responsabilidad”, dijo. También explicó que para llegar a ser obispo, tiene que ser diácono y sacerdote primero. Además, aseguro que su nombramiento de Obispo Auxiliar de Guayaquil le cayó de sorpresa. Incluso pensó que se trataba de una broma o una tomadura de pelo. Cuando supo que era una designación dada por el papa Benedicto XVI, dijo que sólo le pidió a Dios que lo ayude a cumplir la doctrina de Cristo.
La provincia de Guayas tiene más de dos millones de personas, indicó Monseñor Minda; las diócesis con una población más de un millón tienen un obispo auxiliar para asistir al obispo. Dijo que tendrá la oportunidad de aprender más en este puesto. Asimismo, si así lo quiere Dios, un día tendrá su propia diócesis.
No todos los sacerdotes llegan a ser obispos, puesto que no es como el ejército o la policía donde los miembros ascienden de categoría por los años de servicio. Depende del nombramiento del Papa y uno de los requisitos es el de tener unos 20 años de servicio. En la Iglesia depende de la voluntad de Dios, finalizó.
Quién es Monseñor Minda
Monseñor Minda Chala nació el 20 de febrero de 1960 en Cristopamba, perteneciente a la parroquia de Apuela. Estudió en la Escuela Alfonso del Hierro de Quito y en el Instituto Rosales de Ibarra. Los estudios secundarios cursó en el Colegio Nocturno Jacinto Collaguazo, de Otavalo, y el Colegio San Pablo del Lago. Al conseguir su bachillerato, ingresó en el Seminario Mayor Nuestra Señora de la Esperanza de Ibarra donde estudió filosofía. Siguió sus estudios en la Universidad de Navarra, en España, donde obtuvo la licenciatura en Filosofía.