Íntag es un sitio privilegiado. Así calificó el economista Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente, a la zona a raíz de su primera visita. En el transcurso de su estadía, visitó a fincas agroecológicas y proyectos comunitarios; concedió entrevistas a los medios de comunicación locales e intervino en la Asamblea Zonal. El economista Acosta tocó el tema de La maldición de la abundancia, título de su último libro, en todas sus intervenciones. La suya fue una agenda apretada y salió encantado con la Zona.
Soberanía alimentaria y educación
Dijo que éste es uno de los pocos sitios en donde la gente impulsa la soberanía alimentaria. Es decir, cultivan varios productos en sus fincas y hacen posible una alimentación más sana y diversa para sus comunidades. Aclaró que es bueno exportar productos locales pero primero hay que satisfacer las demandas internas Muchos inteños compran café y frejol que vienen de afuera, dijo. Para evitar esto se debería potenciar un “mercado interno más dinámico”. Incluso, señaló, Íntag podría tener “una estructura pensada en dineros alternativos” o formas de intercambio diferentes.
Durante la entrevista, puntualizó la importancia de mejorar las condiciones de vida de los y las campesinas. La educación por sí sola no es la respuesta a todos los problemas, tiene que venir acompañada de mejores servicios, afirmó. Éstas son metas a corto, mediano y largo plazo para “avanzar hacia una economía basada en el conocimiento y la inteligencia”. “Es importante tener una educación en Íntag para Íntag que provoque el desarrollo de la gente y su Zona… Esto es posible”. Dio como ejemplo la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) que cuenta con profesores altamente capacitados que enseñan en sus programas de maestrías y doctorados reconocidos por su calidad. Las y los lojanos accedan a estudios superiores y no tienen que salir. Lo importante es generar condiciones parecidas para que la gente tenga futuro sin tener que salir de la Zona.
En cuanto a su presencia en la Asamblea Zonal, dijo que aceptó la invitación porque desde hace mucho tiempo quería conocer Íntag.
La Maldición de la Abundancia
El economista Acosta ha seguido con mucho interés la resistencia de la Zona a las multinacionales mineras. Cuando fue ministro de Energía y Minas contribuyó a que se desarmen las bandas paramilitares. Luego, en calidad de presidente de la Asamblea Constituyente, impulsó el mandato minero. Afirma que la actual Ley de Minería está en contra de la Constitución.
El ser un “país producto”, exportador de recursos primarios, ha traído ciertas mejoras pero no el desarrollo al Ecuador. Esa es la teoría que explicó el economista durante sus intervenciones en Íntag. Según el analista, son tres los problemas que provocan explotar recursos naturales: En primer lugar, por exportar materia prima en vez de productos industrializados, por ejemplo, petróleo en vez de gasolina, ganamos una pequeña parte de lo que podríamos. En segundo lugar, los beneficios quedan en pocas manos. Y, finalmente, el destrozo ambiental y el deterioro de las condiciones de vida son graves.
Recordó lo que pasó con el cacao. Los dueños de las plantaciones no vivían en el Ecuador. Eran 14 familias que controlaban fincas en el país pero no que invertían aquí. Además, el monocultivo produjo un destrozo ambiental.
En cuanto al petróleo, el Ecuador tiene casi 40 años como exportador de este producto. El economista se pregunta: ¿Dónde está el desarrollo? Las provincias petroleras amazónicas son las más pobres del país; en la Amazonía hay contaminación y el promedio de cáncer es del 32 por ciento cuando en el resto del país es del 12 por ciento. Por esto, la propuesta es no ampliar la frontera petrolera en el centro sur de la amazonía ecuatoriana.
Así surgió la Iniciativa Ishpingo Tambococha Tiputini (ITT) (ver INTAG 64, páginas 20 y 29). Lamenta que el Gobierno se haya “embarcado en este proyecto sin estar muy convencido”. Añadió que la alternativa A, o sea, mantener el petróleo bajo suelo a cambio del pago de otros países de la mitad de su valor, tiene gran potencial nacional e internacional. “Sería de muy mal gusto, por decir lo menos, impulsar la alternativa B”, esto es, explotar el petróleo. “En ese contexto saltan todas las dudas”. El presidente puede echarle la culpa a la comunidad internacional, a los “ecologistas infantiles”, a la comisión negociadora, para no llevar a cabo el ITT, afirmó el economista. Entonces, surge la opción C: no explotar el petróleo. Esta alternativa –que no consta en los planes de Rafael Correa, por supuesto– se basa en el artículo 57 de la Constitución (ver el recuadro que acompaña a éste artículo).
De igual manera, les recordó a los que promueven la minería metálica que no hay ningún país en el mundo que se haya desarrollado teniendo como base la explotación mineral. Por la actividad petrolera, desaparecieron dos pueblos amazónicos: los Tetetes y los Ansawuari ¿Cuántos pueblos más tienen que desaparecer?, preguntó el economista.
Entonces, ¿qué hacer? “Volvernos un país inteligente”, afirma.
LA CONSTITUCIÓN Y LOS PUEBLOS EN AISLAMIENTO VOLUNTARIO Artículo 57.- “...Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractivista. El Estado adoptará medidas para garantizar sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá delito de etnocidio que será tipificado por la ley. |