¡PERDÓNAME, SEÑOR!
Entra, Señor,
en mi interior baldío,
haz de él tu fiel morada,
perdona mi extravío.
Yo soy un pecador
que mucho te he ofendido,
mas hoy arrepentido,
¡perdón, Señor!...te pido.
He quebrantado todos
tus santos mandamientos
con tantas malas obras
y malos pensamientos.
Reconozco mi culpa,
me siento arrepentido,
imploro tu perdón,
Señor, yo te lo pido.
Yo sé que soy viajero
de paso por el mundo.
Sé que nada es eterno,
excepto tu palabra.
La vida, tú me prestas
y a ti será devuelta.
Por tanta maravilla
creada a mi favor,
Señor, te doy las gracias,
mi amado Redentor.
Tú borrarás me culpa,
lo hiciste por amor,
por eso te suplico,
¡Perdóname, Señor!
César Gilberto Pavón
Nota: Este poema me inspiré en el día del recibimiento al primer obsipo negro del Ecuador, Monseñor Guido Iván Minda Chalá, a quien lo dedico con mucho cariño por ser un coterráneo entregado al servicio de Dios y de los más necesitados.