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Nueva forma de educar a los niños
By Carolina Carrión

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Los profesores de la Red de Escuelas Rurales Alternativas utiliza la metodología Montessori en sus planteles. Ponen énfasis en temas de conservación, agricultura, desarrollo sustentable e investigación. Lo que es más, los niños aprenden en espacios de respeto, libertad y creatividad, comentó María Merecedes Chiriboga, profesora del Centro Educativo de Quitsato, ubicada en Cayambe..

 

La metodología Montessori se basa en respetar la naturaleza del niño. Al niño le gusta trabajar, jugar, ayudar, hacer algo que tenga un propósito, buscar la independencia.  Para lograr todo esto, requiere de un ambiente con material específico y una maestra bien preparada, puntualizó la entrevistada. Mediante la atención individual a cada niña y niño, se aprovecha su potencial y logra que lo desarrolle.
La profesora tiene que Conoce los períodos sensibles de los niños bajo su cuidado. Es decir, en que momento el niño puede desarrollar ciertas habilidades y usarlas para el aprendizaje. Entonces el adulto no tiene que enseñarle. El niño observa cómo se hace la actividad, se da cuenta por si mismo y luego la hace. La idea es que el o ella, por sí mismo, logre entender de que se trata, cuales son las reglas de la actividad. Para trabajar con esta metodología los adultos tienen que comenzar respetando al niño. Las reglas básicas son: compartir, esperar su turno y respetar el ritmo de cada uno.

De todas las actividades podemos aprender.
Las maestras que aplican esta metodología selecciona actividades concretas. Por ejemplo,  los niños a hacen galletas o a fabrican títeres. En la escuela de Quitsato, no hay pupitres en las aulas: los niños se sientan en el suelo y trabajan en una gama de actividades relacionadas con la vida práctica, el desarrollo sensorial, el desarrollo de los cinco sentidos, la abstracción. Hay arenales con un montón de objetos. Entonces los niños tienen que diferenciarlos, por medio del tacto, de acuerdo a su textura, tamaño u otra característica. También existen cubos, letras, números y otros signos  hechos con lija, y rompecabezas de madera con los que trabajan temas abstractos como las matemáticas. Alli, existen tres aulas para las clases de matemática, lenguaje y materias culturales. Los mismos niños deciden a cuál quieren ir y qué material usar. Lo que sí es importante: se tiene que tocar los materiales. Los estudiantes hacen escaso uso de los últiles escolares tradicionales, los cuadernos, por ejemplo, pero se divierten mucho y aprenden un montón.
Los más pequeños utilizan una pequeña alfombra y definen el espacio de cada uno. Allí trabajan. La idea es que se sientan cómodos, como en casa, dijo la señora Chiriboga. Los niños tienen una mente absorbente, aprenden todo lo que está a su alrededor. Por eso la educación debe basarse en el niño y no en el adulto, concluyó.


COMPROMETIDA CON LA EDUCACIÓN DE LA NIÑEZ

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María Montessori nació el 31 de Agosto de 1870 en el pueblo italiano de Chiaravalle. Fue una mujer extraordinariamente inteligente e igualmente generosa. Fue la primera italiana en sacar un título en Medicina, en 1896. Al principio, atendió a los cuerpos de los niños, curando sus enfermedades físicas. Pero dentro de poco, su fascinación con los niños y la forma en que adquieren conocimientos picó su curiosidad y comenzó a investigar sus mentes y cómo aprenden. Desde el inicio, estuvo convencida de la gran importancia del ambiente para el aprendizaje.
Fue nombrada profesora de Antropología de la Universidad de Roma en 1904. Representó a Italia en dos conferencias de mujeres a nivel internacional: en Berlín, Alemania en 1896 y en Londres, Inglaterra en 1900. En la Exposición Internacional Panamá y el Pacífico, en 1915, fascinó a todo el mundo con un aula construida de vidrio en donde todo el mundo pudo observar a los niños y niñas aprendiendo y gozando de la experiencia. Fue nombrada inspectora de las escuelas italianas en 1922 pero el Gobierno de Mussolini la despidió cuando no permitía que los estudiantes juraran lealtad al fascismo.
En 1913, visitó a los Estados Unidos e impresionó a Alexander Graham Bell con su metodología. Como consecuencia, el inventor del teléfono fundó la Asociación de Educación Montessori en Washington, D.C. También trabó amistad con Helen Keller, la creadora de una metodología para enseñar a niños ciegos, y a Tomás Edison, inventor de la lámpara incandescente y una larga lista de otras invenciones.
María Montessori aplicó sus ideas dentro de una escuela para los niños más pobres del barrio de San Lorenzo, en la ciudad de Roma. Allí despertó en 50 de los niños más marginados un amor para con el aprendizaje.
Asimismo, fue una profesora de profesores. Ofrecía talleres, seminarios y clases en Los Países Bajos, Inglaterra y la India. Creía que los niños aprenden mediante la actividad y que la profesora tiene que seguir al niño, que nadie enseña a un niño sino que el papel de la profesora es crear un ambiente en donde el niño pueda enseñarse a sí mismo, mediante la actividad exploratoria y creativa.
La maestra escribió más de una decena de libros sobre la educación. En ninguna instancia permitió que el profesor empleara el castigo físico y la degradación psicológica con un niño.
Hoy existen escuelas Montessori en todo el mundo.  
María Montessori murió el 6 de mayo de 1952 en Los Países Bajos.