Convencidos de que tendría que haber una forma de hacer de la producción lechera más rentable, un grupo de ganaderos se juntaron para formar su propia organización. Con el apoyo de Pro Derechos Ciudadanos (PRODECI), fundaron la Corporación de Producción Íntag Leche (CORPIL). Los miembros están tecnificando la producción de este producto esencial en sus fincas, logrando un rendimiento mayor mientras disminuyen las horas invertidas y mejoran los ingresos familiares. Periódico ÍNTAG conversó con el presidente de la CORPIL, miembros del equipo técnico y una ganadera muy satisfecha con sus logros.

 

Una organización que marcha bien
El impulso para organizarse fue el mal trato que recibían los ganaderos a manos de empresas de afuera como la Nestlé, afirma Gerardo Vaca, presidente de la Corporación de Producción Íntag Leche (CORPIL). La empresa recolectaba la leche de Íntag cuando le daba la gana y, cuando no, no la llevaba o pagaba menos. Desconformes, en 2004 los ganaderos decidieron crear su propia empresa. Hoy tienen una organización sin fines de lucro cuya meta es el adelanto de las familias mediante la mejora de los ingresos económicos. Cuenta con “70 socios bien comprometidos”, dijo el señor Vaca, y sigue creciendo.  
Pero no todo ha sido fácil. Después de haberse creado la CORPIL, entró Rey Leche y ofreció un centavo más por litro, afirmó el señor Vaca. El propósito era “quebrar nuestra empresa”. Pero no duró mucho.
No obstante estos contratiempos, el éxito de la CORPIL ha sido rotundo. Hasta los ganaderos que antes entregaban a Rey Leche están dispuestos a entregar su leche a un precio inferior a la Corporación. El problema es que no tiene la capacidad para comprar todo lo que producen las vacas ni de los socios. Hay un excedente de 500 litros por encima de los 2000 litros que tienen el compromiso de entregar a El Ordeño cada día. Para solucionar este problema, los socios están en conversaciones con la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente. Esperan venderle la leche a un precio mejor para los productores, aseguró el señor Vaca.
La CORPIL cuenta con un centro de acopio, dos tinas enfriadoras con capacidad para dos mil litros cada una. El centro emplea a cinco transportistas, una empleada de planta más la ayudante y un promotor de campo. Los sueldos de los empleados salen de la venta de la leche.
El señor Vaca toma bien en serio sus responsabilidades. Entiende que depende de la cabeza asegurar que todo marche bien, y esto incluye el reconocimiento del trabajo que hace cada socio. El presidente se ha preparado en la inseminación artificial con el fin de mejorar su ganadería y el de sus vecinos. Además, con el apoyo de la ingeniera Liliana Salgado, directora de PRODECI, la CORPIL  ha conseguido financiamiento para un proyecto a fin de mejorar el ganado lechero y los pastizales, instalar cercas eléctricas, equipar un laboratorio de inseminación, comprar otra tina más picadoras de pastos, ordeñadores mecánicos y semillas de pastos, construir establos, emprender la reforestación de pastizales y conseguir un tanquero para llevar la leche directo a Quito. Con la compra del tanquero garantiza la calidad de la leche. En la actualidad están  llevando la leche a Otavalo donde un tanquero de la empresa El Ordeño se encarga de llevarla a la planta procesadora de Machachi. Los socios entienden la importancia de este punto puesto que en muchas ocasiones la leche se ha dañado por no tener una hora fija de entrega y la Corporación ha sufrido pérdidas.
Uno de los problemas mayores que enfrentan algunos productores es la orina en la sangre del ganado, o hematuria. Muchos productores han perdido vacas y han quedado endeudados, dijo el señor Vaca. De acuerdo a estudios hechos por PRODECI, la hematuria se debe al consumo de un helecho que crece en los pastizales. La solución, según el señor Vaca, es la siembra de pasto de corte que se pica. Esto permite que las vacas no coman el helecho. Con el proyecto han comprado 14 picadoras de pasto. Aparte de solucionar el problema de la hematuria, con el pasto picado se puede alimentar el ganado durante el verano y evitar una disminución en la producción lechera.
El señor Vaca aseguró que para que el centro de acopio sea sostenible tiene que aumentar el volumen de leche por lo menos a cuatro mil litros. Además, para contribuir a la sostenibilidad de la Corporación, se venden insumos de veterinaria y balanceados de toda clase que se entregan a domicilio y cuyo precio se descuenta del pago de leche. Pese a las dificultades para mantener el centro de acopio, a la zona ingresan 30 mil dólares mensuales por la venta de leche. Esto ha permitido mejorar los ingresos de las familias. El presidente entrega 40 litros a la CORPIL, cantidad que le genera 350 dólares mensuales.
Según el presidente, los requisitos para ser socio son: una cuenta en la Cooperativa Unión El Ejido con un saldo de 20 dólares. Además, los socios se comprometen a cumplir con los estatutos de la organización, concluyó el señor Vaca.

La experiencia de una ganadera
Martha Angulo es una moradora de Cuellaje que empezó con la ganadería de leche en el 2005. “Me enteré de la planta y comencé a entregar siete litros”. Pasó el tiempo y vio que era rentable. La señora Angulo opina que la producción de leche tiene ventajas sobre el cultivo de morocho o frejol que implica una espera de cuatro a seis meses entre la siembra y la cosecha, y la incertidumbre: hay años en que se pierde todo y otros de cosechas tan abundantes en todas partes que baja el precio.
En la actualidad entrega 80 litros de 12 vacas, cantidad que sube hasta 140 litros en el invierno. Según la señora Angulo, sería posible mantener la producción en 140 litros durante el verano pero significaría la compra de balanceado, que sale muy caro.
Otra ventaja de la producción lechera es que el trabajo no es duro, aseguró la señora Angulo. Se ordeña en la mañana y en la tarde y el resto del día queda para hacer otras cosas y pasar con la familia. Además, se coge 30 centavos todos los días por cada litro de leche, dando un ingreso mensual de 720 dólares.
Asimismo, la señora Angulo dijo que se ha capacitado en ganadería, cultivo de pastos, silvo pasturas y control de enfermedades como la mastitis. Por su parte, su hijo Sebastián Álvarez ha aprendido la inseminación artificial.
Como socio, ha recibido de la CORPIL cerca eléctrica, un ordeñador mecánico que tiene la capacidad de ordeñar ocho vacas, manguera, medicina y balanceados. Todo es pagado con la leche, dijo. Desde marzo se iniciará el descuento del ordeñador mecánico que cuesta 3500 dólares. Gasta 200 dólares por mes en el mantenimiento de las vacas puesto que, según la señora Angulo, así como dan también hay que atenderlas. Para implementar el sistema lechero, la señora Angulo ha invertido unos 5000 dólares. Cuenta con 12 hectáreas de potrero y dos crías resultado de la inseminación artificial. Con el sistema del ordeño mecánico, el tiempo requerido para esta labor se ha reducido de dos horas a apenas treinta minutos. Lo que es más, ha incentivado a sus vecinos a que se dediquen a la producción de leche en vez de cultivos como el tomate que necesitan muchos químicos que contaminan a los productores.  De chiste, le dice a sus vecinos: “Sólo en la mañana huelo a mierda y a orinas pero bañándome se me quita. Lo fumigado se penetra en todo el cuerpo”.
La rutina de trabajo, con todas las tareas que esto implica, es de cinco y media hasta las nueve de la mañana y, en la tarde, de tres a seis. Saca la leche dos veces al día con el fin de que rinda más para pagar la deuda breve, concluyó la señora Angulo.
Otra productora de García Moreno es Vilma Mora, que se dedica al ganado lechero. Antes trabajaba con ganado de engorde y se dedicaba a la siembra de maíz y frejol. Como la agricultura está pésima, dijo que la ganadería de leche es una alternativa. Por lo menos se tiene seguro los 30 centavos que pagan por la leche. La productora cuanta con 30 hectáreas de potrero. Su meta es entregar 100 litros de leche. Por el momento, entrega 60 litros de ocho vacas. Los beneficios de la CORPIL son muy buenos, dijo, porque dan la oportunidad de pagar de a poco con la misma leche. También dijo que es hora de que cada productor haga conciencia para tener una organización fuerte a futuro.
Inés Santander, moradora del Quinde, es otra socia de la CORPIL. Cuenta con siete vacas y entrega entre 40 y 45 litros de leche. Los beneficios de la CORPIL son buenos, dice, pero hay elementos que no le convencen. Uno es la inseminación artificial que de las tantas veces que ha intentado no ha tenido resultados. Pero sí fue bueno cuando lo hizo Janneth Vaca, afirmó. En cuanto al ordeño mecánico, dijo que prefiere hacerlo a mano porque la máquina requiere más de una hora mientras cuando ordeña a mano no se demora mucho cuando están todos, concluyó.            

Cómo funciona el centro de acopio
Janneth Vaca ha trabajado en el centro de acopio de la CORPIL desde hace seis años, tres de estos como ayudante y tres como operadora. Sus labores incluyen la recolección de la leche, la contabilidad de los litros de leche que ingresan al centro y los pagos cada quince días a los productores.  Jimena Jácome, es la ayudante de la señora Vaca. Se dedica a lavar los tarros de todos los productores. Cuando tiene vacaciones la operadora, la señorita Jácome la remplaza en todas las actividades del centro de acopio.  
El técnico del proyecto, Santiago Pérez, está a cargo del fortalecimiento de la producción lechera de la zona. Esto incluye ofrecer asesoramiento veterinario, apoyar en las instalaciones de las salas de ordeño y la reforestación, y entregar pastos y vacas. Ha instalado cinco sistemas lecheros de los 27 planificados; en García Moreno en estos meses tiene previsto instalar tres sistemas. Los ordeñadores incrementan la producción, afirma el técnico Pérez, porque si lo hace a mano la vaca se guardo un cuarenta por ciento. De las 35 cercas eléctricas planificadas, 22 han sido instaladas en todos los sectores de Íntag.
El señor Pérez ofrece asistencia de un total de 125 socios y proveedores. En cada salida a las fincas, lleva un botiquín para tratar el ganado o vender los insumos. Los precios son más económicos porque el fin del proyecto no es lucrar sino apoyar a la gente. Durante los seis años que trabaja con la CORPIL ha encontrado algunos problemas debido, principalmente, a las otras empresas que han llegado a pagar un centavo más por litro. La gente como que ha querido aprovechar de eso para tener un mejor precio, afirmó.
En cuanto a la inseminación artificial, dijo el señor Pérez que ha habido problemas. Las vacas no estaban preparadas. Por un lado las vacas no estaban bien alimentadas y por otro no se podía ponerle la pajuela sin hacerle un estudio a la vaca. Para que una vaca aproveche la inseminación tiene que tratarla por dos meses, darles vitaminas y sale minerales, aseguró el señor Pérez. Como promotor ha inseminado 34 vacas. El semen de los toros se trae congelado y se traslada en nitrógeno líquido a una temperatura de 196 grados bajo cero y viene dividido para cada vaca en una dosis llamado pajuela. Llegan a la planta y se almacena en un tanque para distribuir con forme lo requiera el ganadero. Se tiene pajuelas de distintas razas, depende del gusto del dueño y de la calidad de la vaca. Una pajuela en el mercado cuesta 30 dólares; el proyecto está entregándolas a 10 dólares.
Gustavo Román, es uno de los cinco transportistas. Desde su punto de vista el mensual que gana sólo alcanza para los gastos del carro y el chofer. Lleva dos meses en este trabajo. Hace el recorrido de García Moreno y recolecta entre 500 y 600 litros de 13 productores. Iván Román, era otro recolector que dejó el trabajo porque no le alcanzó para subsistir. Antes era bueno el recorrido porque pagaban por litro y se ganaba más de 600 dólares. En la actualidad ya no se puede ganar este dinero con carro y persona, concluyó.
Aníbal Estévez, es técnico de la AGSO. Llegó para instalar la tercera tina de enfriamiento en la CORPIL. La instalación consiste en nivelar la tina para que tenga una misma lectura, hacer la conexione de luz para que el compresor funcione bien. La tina está hecha de acero inoxidable, tiene una capa de polio metano para que la leche pueda mantener una temperatura de cuatro grados en un tiempo de cuatro horas. La duración de la tina es de 12 años en condiciones normales.  
     
PAPEL DE LA FUNDACION PRODECI-AYUDA EN ACCION
La fundación Pro Derechos Ciudadanos (PRODECI) trabaja en al fortalecimiento de la producción local a través de capacitación, crédito solidario, formación y fortalecimiento de grupos productivos. Uno de estos grupos es el de los ganaderos de la zona de Intag.
Toda la familia participa en la producción de leche en la finca y los ingresos por venta del producto se invierten en las necesidades familiares previo acuerdos entre esposos, así promoviendo la equidad en el acceso y control de los recursos. La actividad ha generado otras fuentes de empleo, entre estas, el transporte desde las comunidades  hasta el centro de acopio.
En el 2005 los  ingresos mensuales de los ganaderos eran de 100 dólares como promedio. Con la entrada de PRODECI en el proyecto han aumentado a entre 146 y 432 dólares mensuales. Esto les ha permitido comprar buenas vacas, mejorar sus pastos y complementar su alimentación con la compra de balanceados y sales minerales. La CORPIL ha hecho alianzas de comercialización  y capacitación con la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente (AGSO) a través de la empresa El Ordeño. La Directiva de la CORPIL maneja eficientemente el Centro de Acopio Íntag Leche. La función de PRODECI es dar seguimiento y acompañamiento.

Descripción breve del proyecto
En el 2007, los productores de Íntag formaN la Corporación de Producción Intag Leche (CORPIL). La Corporación adquiere personería jurídica del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) el 14 de Septiembre del mismo año con Acuerdo Ministerial # 001.
Él proyecto actual, FORTLECIMIENTO DE LA PRODUCCION LECHERA A NIVEL COMUNITARIO EN LA ZONA DE INTAG, es financiado por el GOBIERNO BALEAR de España. Entre los enfoques del proyecto está la calidad, en términos sanitarios, del producto. Antes, los productores de leche estaban limitados/as al acceso tecnológico por sus escasos recursos económicos. Ahora el proyecto ha implementado la tecnología en la producción lechera en las fincas de  pequeños/as y medianos/as productores/as. El mejoramiento ganadero a través del sistema de inseminación artificial, adquisición de vaconas de mejor calidad genética adaptadas al sub trópico, manejo de praderas con la implementación de nuevas variedades de semillas de pastos, optimización de los forrajes por parte del los animales con la utilización  de cercas eléctricas, implementación de silvo pasturas (arboles dentro de los potreros), construcción de pequeños establos para ordeñar y equipos de ordeño permitirán entregar leche de calidad.
Las capacitaciones en el manejo ganadero, tienen la finalidad de incrementar la producción y mejorar la calidad. Esto permitirá tener mejores ingresos económicos para los productores/as de la zona.