A los agricultores que se dedican a la producción de caña también existen alternativas. Una de estas es la producción de panela granulada para enviar a Europa. El Municipio de Cotacachi y la Fundación Makita Cusunche-Démonos la Mano Comercializando como Hermanos (MCCH) expusieron la iniciativa a los agricultores inteños en una reunión en el Complejo Nangulví el 5 de noviembre. El modelo creó los agricultores de la parroquia de Pacto, provincia de Pichincha.
Análisis de los cañaverales inteños
La posibilidad de producir panela granulada de calidad en la Zona salió de un estudio hecho por la fundación MCCH. Los técnicos visitaron los cañaverales y entrevistaron a los cañicultores. Según el ingeniero Marco Tipantiza, técnico de la MCCH, la investigación determinó el tipo de caña, la cantidad y el tiempo que los agricultores están produciendo el cultivo. Asimismo determinó el tipo de plagas y enfermedades que atacan los cultivos. El ingeniero Tipantiza indicó que el 100 por ciento de los cañaverales son del tipo Pio J y existen alrededor de 38,2 hectáreas en producción. La capacidad de producción es de un corte cada año y medio, y casi todos los cultivos son nuevos, destinados a la producción de panela y licor. El técnico explicó que estos datos permiten ver la cantidad de panela granulada que pueden producir los agricultores de Íntag. Asimismo, las encuestas demuestran que los agricultores no usan químicos en este cultivo puesto que no hay plagas y enfermedades. El técnico afirma que hay buenas condiciones para el proceso de certificación orgánica, requisito indispensable para exportar el producto.
Según el ingeniero Tipantiza, se puede mejorar los cañaverales. La investigación reveló qué cambios hay que implementar. Añadió que existe terreno para ampliar la cantidad de caña plantada. Además, en las fincas los agricultores ya tiene inversiones de entre mil y 1500 dólares por hectárea entre trapiches y accesorios, una ayuda para empezar el negocio.
Comercializando la panela granulada
El técnico de la Fundación explicó que, para la comercialización, el producto se clasifica en tres categorías: A, B y C. La categoría A es de mayor calidad y está destinada a la exportación hacia Europa. Las otras se pueden comercializar dentro del país. Para la exportación, la panela requiere certificación, un sello que asegura al consumidor que los agricultores no usen productos químicos en sus cultivos, que las pailas y accesorios sean de acero inoxidable y que las construcciones de las fábricas sean cerradas para que no entren impurezas en la panela granulada. Para este tipo de comercialización se requiere de panela cien por ciento orgánica.
Por otro lado, dijo que la producción de la panela granulada requiere de menos mano de obra que producir panela en bancos. Las estadísticas demuestran que de una hectárea de caña se puede producir entre 190 y 250 quintales de panela granulada. La caña produce durante 15 y 20 años, con una producción máxima durante ocho a nueve años.
Nelly Chávez, funcionaria de la MCCH, habló sobre el aspecto organizativo. Dijo que es imprescindible estar organizados si los cañicultores quieren recibir el apoyo de ONG extranjeras. Incentivó la creación de una organización de cañicultores en Íntag. Explicó que la Fundación MCCH primero trabaja en la parte organizativa y luego va a lo productivo para que los involucrados generen recursos. Los canicultores de Íntag primero recibirían capacitación en temas productivos. Recalcó, también, que la producción de caña crea fuentes de trabajo para que la juventud no tenga que salir a la ciudad a buscar trabajo.
Capacitación para los cañicultores
Funcionaros del Municipio de Cotacachi y la Fundación se comprometieron a capacitar y ayudar con implementos a los agricultores inteños interesados en la producción de panela granulada de calidad. Dictarán talleres sobre agricultura orgánica, elaboración de insumos orgánicos y elaboración de panela granulada. Además, harán un análisis de los costos de producción.
Varios agricultores, con el apoyo del Municipio de Cotacachi, visitaron la parroquia de Pacto el 10 de diciembre. La meta es incentivarles a los agricultores inteños a incursionar en este campo productivo.