Periódico
Íntag
El Primer Periodico Independiente
del Rincon Mas Bello y Mas Verde del Ecuador
Adiós
By Los Editores

ADIÓS

 

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El primer número del Periódico ÍNTAG se publicó en diciembre de 2000. En el editorial de dicha edición, anunciamos nuestros objetivos: que todo el mundo leyera estas páginas y que todo el mundo colaborara, enviándonos sus reportajes, crónicas, notas sociales, cuentos, poemas, comentarios y cartas.
En cuanto al primer objetivo, fracasamos. Pero sí, hubo un número significativo de lectores, sobre todo entre 2004 y 2008, cuando vendimos entre 500 y 800 ejemplares de cada número aquí en la Zona, nada despreciable en vista de la población y sus características: la falta de costumbre de leer, el bajo nivel de educación formal, los bajos ingresos. Desde el último año citado, hemos visto las ventas disminuir. Existen varias razones. Los periódicos están perdiendo lectores y cerrando sus puertas en todo el mundo mientras el público opta por otras fuentes de noticias –televisión e Internet, sobre todo– u opta por dejar de enterarse de noticias cada día más malas. Al mismo tiempo, los lectores mayores dejan de leer porque la vista les falla y los hijos los llevan a la ciudad, o la muerte, a la tumba. Pero no crece el número de lectores jóvenes, en parte porque los jóvenes se van a la ciudad y no regresan, en parte porque el nuestro es un medio aburridísimo, sin fotos a color, con muchas palabras, poco interactivo, o sea, pasado de moda. Por otro lado, crece el número de visitas a nuestra página Web, que trae una selección de las noticias publicadas en el Periódico, traducidas al español, inglés y alemán. ¿Estarán entre nuestros visitantes en el ciberespacio inteños que añoran noticias de la bella Zona que han abandonado?
Nuestra evaluación del segundo objetivo –que todo el mundo contribuya a estas páginas– arroja buenos resultados. Hasta el número 74 de noviembre/diciembre 2011, un total de 457 personas colaboraron por lo menos una vez con el Periódico INTAG. De ellas, 193 fueron mujeres, o sea, el 42 por ciento. Éste es un logro en una Zona en donde la educación formal de las mujeres ha sido postergada hasta hace pocos años. La gente joven aparece con frecuencia en estas páginas, también, a través de sus creaciones literarias y sus dibujos. Asimismo, colaboraron personas de otros países: Alemania, Estados Unidos, España, Canadá, Francia, Austria, Japón, Italia, Inglaterra, Colombia y Argentina. A las personas quienes nos enviaron sus obras noticiosas y literarias, un fuerte abrazo.
Entre los fracasos, el que nos desconcierta más es el siguiente: nació el Periódico a pedido de las organizaciones. No obstante, nunca logramos el apoyo pleno de dichas organizaciones, con la excepción de la AACRI durante el primer año de publicación (ver el Reportaje Especial de este número). Más bien, entre nuestros compañeros y compañeras en lo que algunos denominan “la lucha” y, otros, “el proceso”, hay algunos que veían a este medio escrito como… ¿qué?, ¿un estorbo?, ¿una amenaza?, en fin, algo que no les agradaba. ¿En qué basamos esta apreciación? Pues, en que a pesar de los poquísimos cuestionamientos de las organizaciones que salieron en estas páginas –un hecho que algunos lectores criticaban, y con razón– al sentirse aludidos por los cuestionamientos mencionados, la respuesta de nuestros compañeros/compañeras tomó formas inexplicables en una Zona cuyos dirigentes se aprecian por estar construyendo un modelo nuevo, democrático, participativo.
Lo irónico es que los mineros sí, han reconocido la importancia del Periódico ÍNTAG. La desaparecida Ascendant Copper Corporation comenzó su campaña de intimidación con un juicio contra la editora de este medio por injurias calumniosas, alegando que los daños sumaban un millón de dólares. Luego intentó –no una sino dos veces– copiar nuestro ejemplo. Después de unos pocos números y a pesar de ser distribuidos gratuitamente e impresos en papel de lujo, a full color, con más fotos que palabras, ambos periódicos murieron. Que en paz descansen.
En paz descansará también el Periódico INTAG. La purísima verdad es que estamos agotados después de tantos años invirtiendo tanta energía y tanto tiempo en gestionar recursos. Estamos conscientes de que éste es el problema número uno de muchas organizaciones, pero una búsqueda en la Internet demuestra que, para cada fuente de financiamiento dedicada a apoyar medios comunitarios, existen centenares preocupadas por la conservación de bosques, la agroecología o asuntos relacionados con la mujer. Las organizaciones deben un profundo agradecimiento a un equipo que ha luchado a fin de poder documentar las actividades de éstas durante 11 años a cambio de sueldos mucho más patéticos que los recibidos por los equipos técnicos de las entidades en cuestión.
A pesar de los fracasos, obstáculos y problemas, nos sentimos orgullosos de lo que hemos contribuido a la Zona, comenzando con 75 números de un medio comunitario de primera. Esto no decimos nosotros sino nuestros lectores del mundo académico y literario, y de organizaciones de otras partes envidiosas de nuestro Periódico. Y es una conclusión confirmada por los reportajes escritos por miembros de nuestro equipo y premiados en concursos nacionales e internacionales. Más importante aún, en los 75 números consta la historia de la Zona desde el año 2000, una fuente valiosísima de datos, análisis, poemas, etcétera que les sirve y servirá a historiadores, técnicos, escritores y personas interesadas en el quehacer diario de una pequeña Zona cuyos moradores se encontraban inmersos en cuestiones de importancia mundial. Creemos que nuestros esfuerzos han contribuido, de manera importantísima, a la conservación de las fuentes de agua y los bosques imprescindibles para el bienestar de la población humana. También estamos orgullosos de haber dotado a la comunidad con una biblioteca con libros en todos los campos del saber humano y por haber creado el primer infocentro de la Zona, así abriendo las puertas del mundo digital a pobladores y visitantes.
La buena noticia es que el equipo del Periódico, pese a todo, no abandonará su vocación de comunicadores sociales. Hace unos meses, dos miembros del equipo incursionaron en el mundo del periodismo radial. Están aprendiendo sobre la marcha y los buenos resultados están al oído de los radioescuchas. Ampliaremos nuestras actividades en este campo. También está el grupo V.O.C.E.S., creadores de documentales, dos de cuyos fundadores son miembros del equipo del Periódico. Además, la Fundación Casa Palabra y Pueblo, creada hace unos tres años, está dando unos primeros pasos en la educación alternativa. Vamos a duplicar y triplicar nuestros esfuerzos en este campo. 
Y, con esto, nos despedimos. Esperamos que nos disculparán nuestros errores. Y les agradecemos a nuestros lectores y colaboradores por leer, criticar y creer en nosotros.