Más del 400 caficultores de la zona y del noroccidente de Pichincha asistieron a la Asamblea Anual de la Asociación de Caficultores Río Íntag (AACRI). El evento se celebró el 15 de mayo en las instalaciones del Colegio Nacional Apuela.

Informe del presidente
En su intervención, Edmundo Varela, presidente de la AACRI, alertó a los caficultores sobre una situación bastante preocupante. Indicó que desde Loja le llegó a la AACRI información sobre el involucramiento de personas vinculadas con el narcotráfico en la compra de café. El propósito es el “lavado” de los ingresos provenientes de la venta de drogas ilícitas. Para evitar asociarse con esta actividad criminal, el señor Varela aconsejó a los miembros de la organización que no vendan su café a los intermediarios sino a su propia Asociación.

 

Asimismo, informó a los socios de los acuerdos firmados con otras entidades. Mediante un convenio ejecutado por Xarxa, una ONG española, la Agencia Catalana para el Desarrollo donó a la Asociación fondos para la infraestructura y el laboratorio. De igual forma, se han firmado convenios con  USAID, ACDI VOCA y PRODEL para potenciar el laboratorio en los registros sanitarios y los empaques.
El señor Varela anunció que la AACRI fue tomada como modelo de desarrollo nacional al elaborar las nuevas políticas para el manejo cafetalero del Ecuador. Indicó, además, que la Asociación ha estado involucrada en la construcción de puentes, campañas de salud, apoyo al transporte escolar y otras actividades. En el ámbito legal, los nuevos estatutos de la AACRI ya están aprobados. En cuanto al número de socios, son miembros activos los 140 caficultores que asistieron a la Asamblea anterior. En el transcurso del año en curso, los demás socios tienen que acercarse a AACRI para ser inscritos de nuevo.

Informe técnico
La ingeniera Johanna Carcelén, coordinadora del equipo técnico de la AACRI, dijo que a los socios los han agrupado en categorías para efecto de asistencia técnica: los con una hectárea o más dedicada al café están en la categoría A y reciben asistencia permanente; los con menos de una hectárea, en la categoría B, reciben asistencia periódicamente; y, los socios con entre 50 y 100 plantas están en la categoría C y pueden asistir a las escuelas de campo que la Asociación ofrece.
Según la ingeniera, los socios cuentan con 91 hectáreas en plena producción y 65 en desarrollo, mientras existen otras 64 recién sembradas y plantas en vivero para 78 hectáreas. Pidió a los caficultores utilizar los fertilizantes orgánicos que se producen en el laboratorio de la AACRI con el fin de mejorar la producción. Indicó que con la aplicación de estas sustancias se reduce el número de granos vanos.
Asimismo, la ingeniera Carcelén dijo que se han entregado 73 microcréditos en convenio con el Banco del Fomento, por un monto de más de 200 mil dólares. Los créditos se otorgaron para el manejo de 25 hectáreas y la siembra de 80 hectáreas. De los socios que solicitaron el crédito, la ingeniera dijo que 14 no utilizaron el dinero para el fin designado, 29 lo han aplicado a medias y 37 han cumplido a cabalidad. Muchos socios quedaron impresionados por los socios que no han cumplido puesto que, por culpa de estos malos compañeros, los otros podrían quedar sin la posibilidad de acceder a un crédito.
Karina Cevallos, responsable del laboratorio de fertilizantes orgánicos, explicó que lo que se busca es contrarrestar plagas y enfermedades del café. Los biocatalizadores, las emas y los tricodermas sirven para mejorar la mineralización del suelo. También aumentan la efectividad del los bioles elaborados con majada de ganado y plantas leguminosas. Los tricordemas, según la técnica, sirven para el control de la broca mientras los biocatalizadores previenen las lanchas. Explicó que muchos agricultores no están haciendo uso de estos insumos. Si no se utilizan, pueden perderse los fertilizantes que se hicieron con el fin de ayudar a los caficultores a mejorar su cafetal. Se ofrecen a los socios a mitad de precio.

Informe económico
Ramiro Fuertes, gerente de la AACRI, manifestó que este año la cosecha de café sólo ha sido de 562 quintales. De estos, 389 son orgánicos y 172 no orgánicos. De todo el café, el 95 por ciento es de primera calidad. Del café acopiado, los socios de la AACRI recibieron unos 70 mil dólares. Asimismo, informó que no habrá alza de precio de café este año porque ya es uno de los cafés mejor pagados. Además, manifestó que si sumamos los seis dólares que cuesta la certificación y los 16 de asistencia técnica, un quintal de café está por los 150 dólares.
Indicó el gerente que la planta procesadora cuenta con un equipo capacitado en buenas prácticas manufactureras. Esto permite promocionar un café de alta calidad en los mercados nacionales e internacionales.  
En cuanto a personal, en la planta trabajan siete personas permanentes. En tiempos de cosecha se incorporan cinco personas adicionales. Además, el laboratorio cuenta con dos personas en calidad de pasantes o estudiantes elaborando su tesis de grado.    
Para José Cueva, director del Consorcio Toisán y socio de la AACRI, el problema no es el precio del café sino la productividad. El precio está garantizado y estable puesto que el mercado existe. La producción de 40 quintales por hectárea representa ingresos de cuatro mil dólares, pero la cosecha de sólo dos significa pérdida. El café no tiene que ser un adorno de la finca o un pasatiempo; los socios tienen que convertirlo en el pilar de la economía familiar, aseguró.    

Reconocimientos a caficultores y agradecimientos
Dos personas fueron reconocidas por sus buenas prácticas de café y la lucha desinteresada por defender los recursos naturales. Los homenajeados son Elvira Rea y Aníbal López y su esposa Angélica Palacios, por el respeto a la naturaleza y la fidelidad con la organización. Al agradecer a la Asociación por este honor, el señor López dijo que una planta es como un ser humano: si le da cariño, la planta produce; si no, es todo lo contrario. Asimismo, agradeció al empresario japonés Ryuichi Nakamura, el principal comprador del café que producen los socios, más los financiadores, las autoridades, los representantes de las organizaciones, las y los consumidores de café, los voluntarios y voluntarias y los pasantes de la Universidad Central del Ecuador por el apoyo brindado a la organización.